Mi vocación nace de mi propia experiencia de vida, que me enseñó la importancia de la resiliencia, la empatía y el acompañamiento en los momentos difíciles. Siempre he sentido una profunda motivación por ayudar a los demás y dar lo mejor de mí. Creo que, como seres humanos, nunca dejamos de aprender. No solo de terapeutas o pacientes, sino de cualquier persona, sin importar su ámbito. Cada encuentro es una oportunidad de crecimiento, y me apasiona seguir enriqueciéndome con cada experiencia.

Como profesional, mi enfoque se basa en generar espacios de confianza y transformación, donde el respeto y el profesionalismo sean los pilares fundamentales. Considero que la base de un proceso exitoso de acompañamiento es una escucha activa, empática y sincera, que permita al otro sentirse comprendido y acompañado en su camino. Me esfuerzo por crear un ambiente seguro, donde las personas puedan explorar su interior sin juicios, pero con la claridad necesaria para tomar decisiones importantes.

Mi trabajo se centra en ayudar a las personas a alcanzar sus metas, optimizando su bienestar emocional, enfocándome en el propósito de vida y promoviendo la autovaloración personal. A lo largo de mi carrera, he logrado desarrollar una comprensión profunda de cómo los patrones emocionales y cognitivos afectan la toma de decisiones, la gestión del estrés y el rendimiento tanto personal como profesional. Estoy convencida de que, al comprender nuestras emociones y pensamientos, podemos transformar nuestra vida y alcanzar el equilibrio que necesitamos para ser la mejor versión de nosotros mismos. Para mí, cada paso dado en este camino es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento mutuo.